Ana Frank


Ana Frank
Poemas y obras de arte
VV. AA.
Coordinado por Xabier Susperregi
Biblioteca de las Grandes Naciones
Oiartzun, País Vasco, España

Yo me expreso mucho mejor sobre el papel.

El fin de la guerra está tan lejos, es tan irreal…
como si fuese un cuento de hadas.

El papel es paciente.

¡Quiero seguir viviendo aun después de mi muerte!

Una persona puede sentirse sola, incluso siendo amada por muchas personas.

Cuando termine la guerra quiero publicar un libro que se titule:
Las habitaciones de atrás

Ana Frank

PRESENTACIÓN

Querida Ana. Ya te estarías preguntando qué era de mí, llevaba tiempo sin recordarte, pero ya ves, no te he podido olvidar. Y habrá alguien que se pregunte que a qué viene eso de hablar contigo como si nada, tú ya lo sabes, ya te he hablado otras veces.


De niño pensaba que las personas muertas, al ser recordadas, eran conscientes de ese momento y se daban cuenta de que pensábamos en ellas. Así al recordarlas, todo resultaba más especial.

Tendría más o menos la edad de cuando escribiste tu diario, entonces yo lo leí y así te descubrí y entraste a formar parte de mi vida, para siempre. ¿Sabes? Ahora me pregunto por qué motivo no preparé antes este proyecto de poetas y artistas en tu memoria. He andado reñido con muchos judíos que están haciendo cosas terribles en Palestina, tal vez eso me haya hecho sin querer, mirar hacia otro lado durante algún tiempo, pero ha llegado el momento y aquí estoy con todas mis fuerzas y mi corazón para rendirte el homenaje que te mereces o que te debemos las personas de bien.

¿Sabes? Tú eres casi del mismo año que mi padre. Naciste el 12 de Junio de 1929 y él el 10 de Junio de 1928. Nunca te he hablado de él. Era tan sólo un niño cuando las Fuerzas Nacionales españolas se alzaron e invadieron el Pueblo Vasco. Él no escribió ningún diario como tú pero me fue contando una tras otra todas sus historias de aquella guerra y creo que tiene cierto paralelismo contigo.

Copyright imagen, Anne Frank House – Fotógrafo: Cris Toala Olivares

Creo que hubieseis hecho buenas migas de haberos conocido, pero te lo impidieron. Los mismos soldados alemanes que tenían orden de matar a todo ser viviente en los bombardeos y ametrallamientos por tierras vascas allá por 1936 y 1937.

Copyright imagen, Anne Frank House – Fotógrafo: Cris Toala Olivares

Cuando ametrallaron a mi padre tenía 8 años, él se arrojó al suelo y siempre pensamos que salvó la vida pues lo creyeron muerto. También bombardearon y destruyeron la escuela a donde acudía, a punto estuvo de emigrar a Rusia pero su madre no quiso que se separase para siempre la familia. Y tantas y tantas cosas que recojo en un diario poético que escribí en su memoria: Para siempre que como este libro, quise que quedase al alcance de cualquiera.

¿Sabes Ana? Perdí tu libro del diario, no sé dónde ni en qué momento pero no lo hallo en las estanterías. Así que me he comprado uno nuevo… bueno, nuevo no. He buscado la edición más vieja que he podido hallar titulada: ”Las habitaciones de atrás”. De alguna forma está más cerca la edición de este libro que me ha llegado hoy, a esos días en que lo escribiste, poco más de diez años. Es como estar más cerca de ti. Pero no lo necesito, si tan solo con pensar en ti, puedo como de niño, estar casi a tu lado.

Ya recuerdo que tuviste que dejar a tu gato, por eso buscaré al mejor ilustrador que haya en el mundo, capaz de dibujar niñas y gatos como ningún otro, para que participe en el libro.

Copyright imagen, Anne Frank House – Fotógrafo: Cris Toala Olivares

Hasta dentro de nada entonces Ana o Anne, como pone en el libro, es hora de que recuerde todos los detalles de aquellos inolvidables días en que te conocí.

Ah y como sé que te gusta Mozart, quien quiera podrá escuchar su música de fondo mientras lee éste, tu libro.

Con mucho cariño…

Xabier Susperregi

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