Niños del frío y el hambre


Niños del frío y el hambre
Poesías
VV. AA.
Coordinado por Alfred Asís
Poetas del Mundo
Isla Negra, Chile
2019

Invierno en los Andes

He caminado por la sierra andina, por montes y cañadas, por cañones y montañas, he visto llegar el día y también, cuando llega la noche y, con ella, la oscuridad más profunda y desolada. He visto llegar las nevadas por varios días, la sensación de frío es intensa, el hielo penetra los huesos y no hay hoguera que regrese el calor al cuerpo, las temperaturas descienden varios grados bajo 0.
Desde la distancia se ven los caseríos, humildes moradas de adobe y quincha con techos de calamina cubiertas de blanco, el humo se pierde en el cielo de una hoguera encendida en el interior del hogar, allí crepita el pan de añejos pesares, la hambruna suena en el vientre y los críos lloran con babas.
Los campos; maizales y alfalfares, están cubiertos de nieve y emergen las cruces de los dolores, el frío y el hambre arrecia junto al viento que son heladas corrientes que se cuelan entre las crestas mullidas de la sierra andina.
Las nevadas causan efectos hostiles al cubrir pastos y cultivos, causa la muerte de camélidos, daña las viviendas y, asimismo, obstruye carreteras y vías de comunicación, trayendo consigo pérdidas económicas en el sector agrícola, ganadero, turístico, principalmente, trae hambre, desolación y enfermedades.
En las alturas, el cielo comulga con la tierra trayendo sus nieves pasmadas en crestas mullidas de jarcias de agua, viento y oscuridad. Nevadas furiosas, agrestes y helenas, el viento no se detiene ni se rinde en traición, un fuego sordo muere en la hoguera y un clarín lejano musita su adiós.
Ventiscas de acero profundo arremeten en los labios rasgados de hemisferios de raza y dolor, entonces, los Andes eternos se pueblan de brotes blancos, las hojas son parras resecas, el verde se embriaga de sepias, la espiga dorada se funde con pasmados terrones sin sal…
Las heladas, nevadas y el friaje son fenómenos meteorológicos distintos que deben conocer, con precisión, las autoridades para adoptar las medidas adecuadas de prevención y respuesta cuando causan daños a la población y a los animales que son el sustento de abrigo y comida de las localidades andinas. 
Las heladas intensas, a veces llegan hasta 20 grados bajo 0, congela todo cuerpo de agua que se encuentra en el suelo, como ríos, riachuelos, lagunas y charcos, principalmente, el rostro, las manos y los pies de niños que sólo piden, a las autoridades, comida y forraje para sus animales.
Y llega el invierno a los Andes… ¡así como vino, un día se irá!

Cecill Scott.
Publicista, escritora y poeta. Chile

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